domingo, 4 de septiembre de 2011

De Marian: Sarlé, Patricia (coord.) y otros (2008), Enseñar en Clave de Juego, Noveduc, Ciudad de Bs. As.

Introducción

La autora nos introduce con respecto al lugar de importancia que ocupa el juego en el Nivel Inicial, ya que en el Jardín el juego siempre está presente aún cuando el maestro no invite a jugar debido a que los niños aprenden a través de él y lo hacen aparecer también en situaciones de no juego. A su vez alude a la “textura lúdica” sobre la cual se entreteje la vida cotidiana del jardín, donde cuyo ambiente también invita a jugar.
Por otro lado, plantea la dificultad de arribar a una definición unívoca del juego como fenómeno, debido a la existencia de diversas concepciones. Asimismo, toma una mirada del juego entendiéndolo como un espacio propio e imprescindible para la infancia.
De este modo, intenta arribar a una caracterización del juego diciendo que “Al jugar, el niño aprende y desarrolla su pensamiento, su imaginación, su creatividad El juego le provee un contexto dentro del cual puede ensayar formas de responder a las preguntas con las que se enfrenta, y también construir conocimientos nuevos. El juego lo ayuda a reelaborar sus experiencias y es un importante factor de equilibrio y dominio de sí. Al mismo tiempo, el juego le permite comunicarse y cooperar con otros y ampliar el conocimiento que tiene del mundo social.”
Seguido a esto, propone una diferenciación en las formas en que aparece el juego en las salas de jardín: algunas actividades que están estructuradas de tal modo que garantizan la aparición y el sostenimiento de juegos; otras actividades que no son juegos pero el maestro las transforma en tales a partir de la creación de un escenario que incluye el “como si” dentro del cual se desarrolla la actividad; y algunas propuestas que resultan largas y son los niños los que transforman las actividades en juegos.

Citas:
“Desde la propuesta que hacemos en este trabajo, vamos a mirar al juego como un espacio propio e imprescindible para la infancia y el niño pequeño.”
“Al jugar, el niño aprende y desarrolla su pensamiento, su imaginación, su creatividad El juego le provee un contexto dentro del cual puede ensayar formas de responder a las preguntas con las que se enfrenta, y también construir conocimientos nuevos. El juego lo ayuda a reelaborar sus experiencias y es un importante factor de equilibrio y dominio de sí. Al mismo tiempo, el juego le permite comunicarse y cooperar con otros y ampliar el conocimiento que tiene del mundo social.”
“Para Vigotski (1988), el juego es una actividad guiada internamente, a partir de la cual el niño crea por sí mismo un escenario imaginativo en el que puede ensayar respuestas diversas a situaciones complejas sin temor a fracasar, actuando por encima de sus posibilidades de ese momento. Esta situación imaginada le permite al niño desprenderse del significado real de los objetos, “suspender” la representación del mundo real y establecer una realidad alternativa posible en la construcción del “como si” (Rivière, 1996).
“El juego es, entonces, como la “textura” sobre la que se entreteje la vida cotidiana del jardín y a través de la cual el niño se expresa.”
“La escuela utiliza al juego pero también lo enriquece, lo hace crecer, lo nutre. En cuanto al niño, el juego es su mejor entretenimiento pero también lo que le permite profundizar, concentrarse y aprender mejor.”

Capítulo 3: El lenguaje y el juego en la educación infantil. Cecilia Rosemberg

Este capítulo habla con respecto a la relación dialéctica entre el lenguaje y el juego, ya que ambos se potencian y se enriquecen mutuamente. A su vez se plantea al juego como potenciador del desarrollo cognitivo y lingüístico de los niños, creando una zona de desarrollo potencial, mediante la interacción que se da entre compañeros y docente. Nos comenta también la importancia de atender al espacio que se le da a la interacción verbal en las salas de jardín, no sólo durante el juego sino también antes y después del mismo, incluyendo una planificación del juego y posteriormente una reconstrucción verbal del juego experimentado.
A continuación, destaca la relevancia de las poesías, rimas y juegos con sonidos para el desarrollo del sistema fonológico.

Citas:
“El lenguaje y el juego tienen una relación bidireccional, de influencia mutua; se potencian entre sí… El lenguaje se entrelaza con las acciones de los participantes y contribuye a crear la estructura y trama del juego. Permite que éste se despliegue y se sostenga en el tiempo. Por otra parte, al jugar se aclaran las representaciones que subyacen a esta actividad y se promueven distintos aspectos del desarrollo lingüístico y discursivo de los niños.”
“En las situaciones de juego, la interacción entre compañeros y con la maestra crea una matriz de colaboración,  “una zona de desarrollo potencial” (Vygotski, 1994), en la que las representaciones de conocimientos y los recursos lingüísticos que son la base para el juego se desarrollan y se tornan cada vez más complejos”.
“Para aprender a leer  y escribir en un sistema alfabético como el del idioma español, los niños tienen que descubrir que las letras representan a los sonidos (fonemas) del habla y no a otras unidades del lenguaje (como las sílabas o las palabras). El dominio del sistema requiere que ellos tomen conciencia de que las palabras están formadas por sonidos, esto es, desarrollen conciencia fonológica y puedan, de ese modo, empezar a establecer las relaciones entre los sonidos y las letras.”
“En las poesías, versos y rimas, los niños empiezan a atender a los sonidos finales de las palabras, que son aquellos que riman.” “Descubrir los sonidos es un paso hacia el descubrimiento del principio alfabético que organiza nuestro sistema de escritura.”

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